Hoy vamos a contarles una de las leyendas más conocidas de la isla de Tenerife y que aún perviven en la memoria de sus habitantes. Hoy vamos a hablar de la leyenda de Guayota (Guaiota o Wa-yewta, “el destructor”).
Ésta se remonta a los aborígenes canarios de la isla de Tenerife, los guanches. Según recogen algunas fuentes históricas escritas posteriormente a la conquista de Tenerife, existía en la isla un ente maligno llamado Guayota al que los guanches temían como lo hacen los cristianos con el diablo.
Un ser malévolo que vivía en el interior del volcán Echeyde, es decir, el Teide. Un maligno responsable del fuego, del humo, de las lajas, de los toniques ardientes que emanaba del volcán durante cualquier proceso volcánico que sucedía en la isla. ¿Conoces la leyenda de Guayota?
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Leyendas canarias: en el Teide existía un ente maligno llamado Guayota
Según se recogen en escritos antiguos, Guayota (el maligno) no soportaba cómo el dios del sol, Magec, calentaba las tierras de la isla, por lo que decidió secuestrarlo y retenerlo en el interior de los más profundo del volcán Echeyde.
Desde ese día la oscuridad lo invadió todo y las tinieblas y el fuego atemorizaron a los guanches que habitaban en la isla en ese momento.
Desesperados por la total oscuridad que se vivía en la isla, aun siendo de día, los aborígenes tinerfeños le pidieron clemencia al Dios Achamán (Acaman, Achamón) el celeste, el dios poderoso, el dios supremo, el gran señor creador del cielo y la tierra, el dios que nos protege de todo. (Achamán también era conocido como Achxuraxan; Achaxucanac; Achguayaxerax, Achguoyaxiraxi (El que conserva); Guayagiraxi (El que sostiene el Mundo), los guanches le suplicaron a Achamán que liberara a Magec, el dios del sol.
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Achamán se hizo eco de las ruegos y súplicas de los guanches y acudió a defenderlos de Guayota
Achamán y Guayota se enfrentaron en una lucha encarnizada que se sintió en toda la isla con truenos, temblores y lenguas de lava, cenizas y humo que bañaban las laderas de la isla.
Finalmente, la lucha entre Guayota y Achamán llegó a su fin y Achamán salió victorioso por lo que Magec fue liberado y devuelto al cielo, consiguiéndose así la tranquilidad y la paz que los isleños necesitaban.
Guayota fue retenido en el interior de cráter del volcán, y taponada su boca con lo que hoy se conoce como pilón o pan de azúcar, la corona blanquecina situada en lo más alto del pico del Teide. Desde entonces no ha vuelto a erupcionar a través de la boca del pico del Teide
Los guanches solían hacer ofrendas como alimentos y artesanías a la entrada de las cavidades volcánicas situadas en el Teide, así se conseguía tranquilizar a Guayota y evitar las erupciones volcánicas que éste provocaba en la isla. Y si, por algún motivo, Guayota se enfadaba y entraba en erupción, los guanches encendían hogueras para calmar la ira de Guayota y así volviera al interior del volcán.
En el centro de visitantes del Parque Nacional del Teide se puede encontrar un breve documental que explica la leyenda de la montaña ¡No dejen de visitarlo!
Guayota sigue cautivo y desde las profundidades del volcán del Teide nos sigue amenazando y acechando.
Esperamos que les haya gustado la leyenda de Guayota ¿Conoces otra leyenda canaria que te gustaría que contáremos? Déjanos tu comentario ¡Nos queremos enterar!
Redacción, Locución, Grabación y Edición del Podcast: Mónica Blanco (Las Américas)
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